viernes, 19 de enero de 2018

EL VIENTO DE LAS HORAS, una incitación a vivir de Ángeles Mastretta


Publicado en 2016, cuando Ángeles tiene 67 años, está dedicado a sus lectores (“Para ustedes, que cantan y sobreviven”). También a “Cati con Dani. Para Mateo con Greta. Para Rosario. Y para Héctor”.

El título está sacado de un poema de Jaime Sabines:… “El viento de las horas barre las calles, los caminos…este es el tiempo de vivir, el único”. “Solo tenemos el presente, aunque a veces nos dé miedo mirarlo”- como dice Mastretta, “Mastre”.

El libro está lleno de nostalgia y de melancolía. “¿Qué ha pasado en la calle donde crecimos?”, “¿Qué habrá sido de mi mochila?”, “Mi casa de la infancia viene conmigo a todas partes”, “¿Hasta dónde alcanzaremos a ver…?”.

También de buenos momentos y alegrías: “Es abril y hace un mes que estallaron las jacarandas”, “A mí me gustan los domingos”, “la Navidad me sigue pareciendo la mejor de las fiestas”, “No hay bahía, ni mar, ni fortaleza, ni templo, ni rascacielos  que superen la emoción de andar la muralla china”, “Yo soy de esas a las que convoca sin dificultad el llamado a la conversación y a la memoria, de las que se pierden en el arte de divagar…Tomar el sol, estirar las piernas, dar una vuelta, son lo mío”...

Hay homenajes: a la señorita Belén, “mi profesora en tercero de primaria”; a Ofelia, “que lleva más de cuarenta años peinando cabezas” (más de treinta, la suya); a doña Migue, en la isla de Cozumel, “esa joya en mitad del Caribe”; a Toña, que desde hace veinte años, los domingos, les prepara el desayuno; a Covadonga, “gente buena” que, mientras ayuda, cree que la ayudan a ella; a Inés,  que le habla de la increíble y verdadera historia de  sus abuelos…


Y memorias familiares: tía Julia, tía Cata, su abuelo, “un hombre que con las manos hacía dientes y con las palabras milagros”…

Hay humor y risa de una misma: “Me he puesto pellejuda como Rocinante”, “tengo la panza desmalazada”, “apenas alcancé el uno cincuenta y ocho [de altura]”,  “[en los años 70] padecí todo tipo de hambres y de dietas”, “la exageración es lo mío”…

Y reflexiones sobre la escritura: “Escribir es un modo de jugar  a las adivinanzas. De adivinar, adivinando”.

“A mí, si de elegir se trata, que me paren en una tienda de sinónimos, en una de metáforas, en otra de adjetivos y en la más exquisita de cuantas haya: la de los sustantivos”, “Para mí las mejores palabras tienen diptongos”.

“Siempre hay alguien, aquí y en otras partes, con una vida a la mano, diciéndome que debería escribirla”.

“No sé si alguna vez olvidaré hasta el recuerdo de quién fui en la infancia…”.

Nos comparte cosas y personas en las que cree: pags. 108, 109 y 110. "Creo en la madre naturaleza y en los seres humanos que son generosos y buenos...Creo en la memoria, en la escuela primaria, en el amor de los quince años y en el sexo de los cincuenta...Creo, ingenua yo, en que les irá mal a los malos...[Creo] en la esperanza de quienes, a pesar del miedo, siguen viviendo en Michoacán". 

Y sus deseos: “Si tuviera que pedir un deseo, solo uno, ligado a lo imposible y a lo mágico, …pediría el gozo de tocar un impromptu de Chopin, aunque solo fuera una vez”.

En resumen: “Vivo en un país [México] en el que a diario nos espanta el espanto”. Y, sin embargo, “ninguna nostalgia mueve lo que un deseo”. Por eso, el futuro, para ella, está en desear.

SABER MÁS

https://www.nexos.com.mx/?p=27312. Sobre La partida de la nostalgia, una película que filma “la última comida en casa de los hermanos…, donde han vivido dieciocho años”.

http://delabsurdocotidiano.nexos.com.mx/?p=3184. Del absurdo cotidiano, blog de Ángeles Mastretta en la revista Nexos. “…este blog en el que he de escribir lo que veo y lo que imagino, lo que me asombra y me lastima, lo que no quiera olvidar mi desmemoria…una bitácora cuyo deseo es honrar los misterios de la incierta vida cotidiana, asir lo efímero. Y, a veces, guardarlo”.

http://www.lashorascontigo.com/. Las horas contigo, de Catalina Aguilar Mastretta. https://www.youtube.com/watch?time_continue=46&v=80fyzwvV_Bo. Tráiler.




No hay comentarios:

Publicar un comentario