martes, 26 de febrero de 2013

JOE GOULD, UN PERSONAJE DE NUEVA YORK




Se define a sí mismo como “poeta, historiador, salvaje bailarín chippewa,  o máxima autoridad mundial en la lengua de las gaviotas”.

Gould nació, de acuerdo con sus propias palabras, en Norwood, Massachusetts, en 1899. Se graduó en Harvard, en 1911, y llega a Nueva York  en 1917.

Una frase de Yeats, “La historia de una nación no está en los parlamentos ni en los campos de batalla, sino en lo que las gentes se dicen los días de fiesta y de trabajo, y en cómo cultivan, se pelean y van en peregrinación”, le pone en el camino de lo que será su vida: tratar de escribir la “Historia Oral de Nuestro Tiempo”. Para ello, decide no aceptar empleos estables (que le robarían tiempo a la obra de su vida), recortar sus necesidades al mínimo y sobrevivir con la ayuda de amigos y desconocidos a los  que pide pequeñas cantidades para ir tirando.

El profesor Gaviota y El secreto de Joe Gould, dos ejemplos de periodismo magistral

Al periodista Joseph Mitchell (1908-1996) le cuenta que han aparecido algunos adelantos de su Historia oral en varias publicaciones: la revista Exile, de Ezra Pound, en 1927; o Dial, de 1929, editada por la poeta Marianne Moore, donde Gould dice que han publicado varios escritores y obras famosas (entre ellos, cita a Unamuno). Sin embargo, el mayor material está en un sótano de una granja en Huntington.

“Tengo una memoria anormal, una memoria absoluta” -le explica en cierta ocasión. Quizá por ello se dedica a reescribir siempre los mismos pasajes una y otra vez: la muerte de su padre, la muerte de su madre, los indios de Dakota del norte (donde estuvo en 1916, midiendo sus cabezas, en un momento de obsesión por la eugenesia) y su adicción al ketchup. Su perfeccionismo, o su incapacidad, hacen que nunca llegue a completar su idea.

Cundo Gould muere en 1957, sus antiguas amistades y conocidos piensan en encontrar la verdadera y grandiosa Historia oral. Pero Mitchell ya tenía claro que no existía. Por ello, en 1964, escribe El secreto de Joe Gould para contar su versión y todo lo que sabe.

La historia es  llevada al cine en el año 2000 por el director Stanley Tucci, quien interpreta el papel de Joseph Mitchell. Susan Sarandon hace el papel de Alice Neel, la pintora que le retrata desnudo en 1933. Y el actor Ian Holm encarna a Joe Gould. En España se estrena en 2003.

 El periodista Joseph Mitchell

“Lo primero que leí y disfruté leyendo en mi vida fueron los textos de las lápidas en los camposantos de mi infancia, junto a los pantanos de North Carolina. Piedra y mármol a los que nos les faltaba ni les sobraba una palabra…exactamente así es como yo veo el mundo” -escribió en cierta ocasión. Una verdadera declaración de intenciones.

“Una vez yo había pensado escribir una novela…” -es una de las revelaciones que Mitchell hace al relatar “El secreto de Joe Gould” (dedicado a sus hermanas Elizabeth, Linda y Laura). “Por entonces tenía 24 años y acababa de caer bajo el hechizo del Ulises de Joyce. Mi novela iba a ser sobre Nueva York. También iba a tratar de un día y una noche en la vida de un joven reportero neoyorquino…Me ponía a escribirla mentalmente…Pero lo cierto es que de hecho nunca había escrito una sola palabra…Empecé a comprender a [Joe] Gould”.

Un buen tema para un “Perfil”

Podríamos decir que Mitchell, al escribir sobre Joe Gould, también escribe sobre sí mismo. Al narrarle a él, introduce datos de su vida. “Conocí a Joe Gould en el invierno de 1932. Por entonces yo era reportero de un periódico y trabajaba sobre todo en información de sucesos. De vez en cuando cubría algún caso del Tribunal de Mujeres, que en aquellos días estaba en el juzgado de Jefferson Market, entre la Sexta Avenida y la Calle 10, en Greenwich Village…Una tarde, durante un descanso del tribunal, yo tomaba café [en un restaurante griego llamado Atenas, en la calle siguiente] cuando entró un curioso hombrecillo…”.

Tras hacer la descripción de Joe Gould, continúa: “A fines de los treinta dejé los periódicos y entré a trabajar en The New Yorker. Más o menos por la misma época empecé a ver a Gould con frecuencia…Por entonces yo trabajaba mucho de noche y, de vez en cuando, camino de casa hacia las dos o las tres de la madrugada, lo veía andar por la Sexta Avenida…Una mañana del verano de 1942…se me ocurrió que podía ser un buen tema para un Perfil”. Así nace el relato El profesor Gaviota.

¿Qué fue de Joe Mitchell entre 1964 y 1996?

Mitchell fue miembro de la Junta directiva de la Gipsy Lore Society. Participó en la fundación del South Street Seaport Museum. Fue uno de los primeros Amigos de la Arquitectura en Hierro Fundido, y durante cinco años formó parte del Comité para la Conservación de los Monumentos de Nueva York.

Coleccionista de “reliquias”

Después de su muerte, en 1996, sus hijas Nora y Elizabeth (Liz) encontraron entre sus pertenencias: rocas de 1974 en cajas de Brooks Brothers; clavos en cajas de Tiffany´s; chapas (badges) por acudir a la escuela dominical de los tiempos de su infancia, y un  pomo del Hotel Plaza que afanó en la boda de su hija Liz y que le ofreció como regalo de boda.

Fascinado por las “brownstones”, como Maeve Brennan

“Una de esas casas antiguas que para mí siempre han sido la esencia del Village: ladrillo rojo, tres plantas, una escalera empinada que lleva a la planta de  la sala y un ailanto que crece inclinado delante”.

PARA SABER MÁS


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